Hoy les presento un fascinante artículo del Diario Digital MDZ, en el cual se destaca la entrevista realizada al talentoso enólogo alvearense que se ha unido al equipo de elaboración de Dom Pérignon, una de las marcas de lujo más reconocidas a nivel mundial.
Nota completa:
Hace más de 100 años, en la Champaña francesa nacía una de las marcas de vinos más importantes del mundo. Con el paso del tiempo se transformaría también en una de las más famosas. Fue en 1921 que se produjo la primer cosecha de Dom Perignon, y el resto es historia. Hoy es la marca más prestigiosa de vino espumoso que existe.
Hace algunos días se conoció la noticia de que un enólogo argentino iba a integrar el equipo de producción de este prestigioso champagne. Se trata de Gustavo Agostini, profesional mendocino, oriundo del departamento de General Alvear. Antes de emprender su viaje a Francia se reunió con MDZ para hablar de las expectativas que genera ser parte de la elaboración de uno de los productos de lujo más importantes del mundo.
– Claramente sos un especialista, porque estas muy vinculado a las burbujas, al mundo de los de los espumantes e inclusive has elaborado en destinos exóticos: ¿Cómo fue tu trayecto para llegar a Dom Perignon?
Empecé como técnico en elaboración de espumantes en Bodegas Chandon y estuve durante tres años. Luego apareció la oportunidad de aprender y trabajar en el mundo de los vinos tranquilos y tuve la posibilidad de emplearme en Salentein junto a Laureano Gómez. Estuve también en San Patricio del Chañar, en la Patagonía. En el 2007 me vuelve a llamar Bodega Chandon, ya con un cargo muy importante para mí, porque era como enólogo senior de espumantes junto a Onofre Arcos, histórico Chef de Cave de la firma.
– ¿Cómo llegaste a la India?
– En el 2014 tuve la posibilidad de viajar y emprender un camino muy lindo. Primero ir a conocer India y después fundar una bodega de espumantes allí, integralmente bajo el método Champenoise. Se empezó a armar un equipo de indios porque en ese momento no había mucha capacitación en espumantes. No solamente fue fundar la bodega, sino que además fue armar un grupo de 19 personas del lugar que hoy por hoy llevan adelante el proyecto. Eso fue un orgullo total para mí. Después del trabajo en India nos fuimos a Napa Valley, en la costa Oeste de Estados Unidos y finalmente en el año 2019 me desvinculé del grupo Moet en muy buenos términos y encaramos nuestro pequeño proyecto de elaboración de espumantes, que se llama A la Par, junto a mi mujer Mariela.
– ¿Y ese emprendimiento puede seguir ahora con toda esta novedad de que partís hacia Dom Perignon? ¿Cómo es trabajar para una marca de lujo tan importante?
– Si te gusta el fútbol, es como jugar con Messi. O en la Fórmula 1 estar en el equipo Red Bull. Digo equipo porque soy un apasionado del armado de equipos y creo que en ellos todos son importantes. Siguiendo el ejemplo de la Fórmula Uno, si se equivoca el que cambia la rueda, Verstappen no ganará.
Entonces la vida y la filosofía del trabajo para mi siempre tiene que ver con un buen equipo. Si hay buen equipo, no habrá problema en cumplir con las responsabilidades pertinentes y tener el propio emprendimiento. Estaré cinco meses en Francia donde participaré en todo lo que es la elaboración, la selección de uvas, el trabajo del agua, el control de los vinos base… y luego estáre por Argentina nuevamente, manejando el proceso de elaboración de nuestros espumantes. Viviré una vida alternada entre Francia y nuestro país.
– Contame cómo fue que llegaste a Dom Perignon. ¿Te fuiste un día a Francia, golpeaste y dijiste quiero dejar un curriculum? (risas)
– Uno trabaja mucho, se esmera y se quiere capacitar siempre. Y lo lindo que tiene ser profesional en Mendoza y Europa, es que te da la posibilidad de elaborar dos vendimias en el mismo año. Obviamente también sumó, al presentarme en esta propuesta, haber sido parte del grupo por casi 17 años. Estuve elaborando con ellos allí y también en la India, seguíamos teniendo relación con los mismos directivos. Sin embargo te cuento que tuve que hacer el mismo caminito que cualquiera para volver a la empresa: les dije “quiero ir a trabajar y quiero participar”. Y bueno, contacté a las personas que conocía en Moet Chandon y le dije de esta inquietud. Logré la entrevista y todo quedó stand by por dos semanas. Cuando me volvieron a llamar, me dijeron: ¿Estás listo para venir a trabajar?
– Imagino que deben haber muchos enólogos de Francia que quieren ocupar ese lugar. Es una de las zonas más prestigiosas del mundo. Es como ser parte de los ocho principales equipos de la Champions League…
– Cierto, hay muchos ingenieros agrónomos que quieren estar y no solamente franceses, sino de todo el mundo. Es que todos queremos llegar allí. Así es que el sueño, en mi caso, se está cumpliendo. Creo que tener el expertise, la experiencia y el profesionalismo, es el 50%. La otra mitad sin dudas son las relaciones humanas. Siempre hay que dejar la puerta abierta en cada lugar en que hemos trabajado, y siempre hay que confiar en los equipos que se han armado. Y hay que tener capacidad de trabajo. Ser buena persona te ayuda mucho cuando ven tu currículum.
– ¿Podemos tomar esta noticia como un logro para el vino argentino?
– Yo creo que sí. Hay muchos profesionales que han logrado un montón de cosas, más que todo en vinos tintos, como Alejandro Vigil. Él es un referente hoy.
En el mundo de la burbujas, los argentinos seguimos buscando la perfección. Si vos estás en la Champaña, significa tener la posibilidad de estar en un equipo de la Premier League o de la Fórmula uno, que tiene 350 años de experiencia en el mundo de los espumosos. En esta región francesa, en cada cosa que han hecho, han innovado. Estas allí y absorber esa experiencia te acorta el camino de tu capacitación y te da la posibilidad de ver lo que se está usando en lo más top del mundo. Para el mundo de la burbujas argentinas esto seguro que va a servir. No sólo para mi proyecto acá, sino para todos los enólogos que quieran escuchar mis experiencias.
– ¿Te vas a animar a hacerles probar espumantes argentinos a esos gurúes?
– Hay algo que valoro y mucho de los cuatro años que me tocó estar elaborando e inclusive es algo que experimenté en el año 2014, cuando tuve la posibilidad de ir con Onofre Arcos a la Champaña a armar los blends junto a los chef de cada uno de los Dom Perignon: son personas sinceras, humildes, grandes maestros y grandes profesores. Ellos han venido a Argentina y le gustan mucho los espumantes de nuestro país. Son abiertos y creo que cuando sos líder tenés que tener apertura.
Cuando iban a la India a verme, me decían: “Yo vengo a India a aprender, vos me llevas tres años de diferencia”… ¡y estaba hablando con el chef de cave de Dom Perignon!
– ¿Por qué es una marca tan reconocida en el mundo?
– Cuando se habla de Don Perignon o hablas de los otros champagnes de lujo, hablas de perfección. Lo probás y decís “esto es increíble, es fantástico”. Pero aparte de eso, es un producto que se elabora desde hace 350 años con la mejor tecnología que se te puede ocurrir.
Hoy se están haciendo con variedades que para mí signinfican lo mejor de lo mejor: el Chardonnay y el Pinot Noir de una las mejores zonas del mundo; de donde se eligen parcelas o hectáreas selectivas para elaborar el Dom Perignon. Cuando entrás a ver las instalaciones, tenés una bodega de alto nivel, rozando la perfección. Para elaborar el blend de Don Perignon, tenés que tener la mente totalmente abierta, ser consciente de que estás armando un blend que va a estar listo recién en ocho años. Dom Perignon es la seriedad, la pulcritud, la excelencia.